Ayer murió uno de los grandes: Arthur C. Clarke.
Autor de novelas y relatos de ciencia-ficción "dura", la mayoría de los que conocen su nombre seguramente será por "2001, una odisea espacial". Aunque no es lo mejor de su obra, la impresionante versión en cine que hizo Kubrik convirtió a Clarke en el autor más popular de la ciencia-ficción (con permiso de Asimov). Sin embargo, es el resto de su obra el que le hizo acreedor de todos los premios que se otorgan en el mundo de la ciencia-ficción literaria: Hugo, Nebula, Locus, John W. Campbell.
En los últimos años, desde que se retiró a Sri Lanka, su actividad se había reducido bastante, y la mayor parte de sus últimos libros están publicados en colaboración con otros autores; imagino que Clarke se limitaría sobre todo a definir el argumento y la trama y a corregir pruebas, aportando la marca "Clarke" a la editorial. Al menos es lo que me sugiere la lectura de algunas de las novelas publicadas con Gentry Lee, por ejemplo.
Pese a estar catalogado sobre todo en la rama dura de la ciencia-ficción, sus historias tienen un fondo de humanismo optimista, de fe en el ser humano, y no están exentas de cierta espiritualidad.
Si puede servir como homenaje, mi recomendación es "Cánticos de la lejana Tierra", algo diferente a sus novelas más famosas.
Para acabar, una cita:
"I'm sure we would not have had men on the Moon if it had not been for Wells and Verne and the people who write about this and made people think about it. I'm rather proud of the fact that I know several astronauts who became astronauts through reading my books".
(Estoy seguro de que no habríamos puesto al hombre en la Luna si no hubiera sido por Wells y Verne y la gente que escribe acerca de esto y hace que la gente piense en ello. Me produce cierto orgullo el hecho de conocer varios astronautas que se hicieron astronautas por la lectura de mis libros").
No hay comentarios:
Publicar un comentario